Las habilidades proféticas y académicas de Abu Said nunca fueron puestas en duda. Sus contemporáneos incluso desarrollaron una forma única de adivinación basada en sus cuartetas. Abu Said también era conocido como sanador, y vivió al mismo tiempo que el gran médico Ibn Sina. Según la leyenda, los dos se conocieron y se hicieron amigos, y ambos se apoyaron mutuamente en sus actividades científicas.

Las reflexiones teológicas de Abu Said se caracterizaron por una precisión de francotirador, y ya fue llamado el Príncipe del Camino Espiritual durante su vida. Sus enseñanzas enfatizaban el poder del pensamiento como la herramienta más importante que se le da a los humanos, y que los pensamientos son energía. Él creía que con un poder tan tremendo, los humanos no saben cómo usarlo adecuadamente y, a menudo, se someten a circunstancias débiles o insignificantes.

Las enseñanzas de Abu Said se han incorporado a la filosofía de Arthur Schopenhauer, quien escribió sobre el principio predicado por el jeque en su principal tratado científico » El mundo como Voluntad y Representación.»Abu Said nunca cambió su modesto estilo de vida, que elevó a la virtud, y en su lecho de muerte, pidió a sus discípulos que leyeran su testamento cuarteta.

Hoy en día, la gente todavía busca la ayuda de Abu Said, confirmando la verdad del dicho sufí: «Cuántos honramos como si vivieran en la parte posterior de la tierra, pero están muertos, y cuántos contamos como muertos en el útero de la tierra, pero están vivos.»