Turkmenistán no solo es un lugar apartado, sino que juega en una liga aparte. Un país de paisajes surrealistas, antiguas ciudades de la Ruta de la Seda y extraños contrastes modernos, sigue siendo uno de los lugares menos visitados del planeta. Y es precisamente por eso que deberías ir.
Al borde de las «Puertas del Infierno»
En lo profundo del desierto de Karakum, el cráter de gas de Darvaza, rodeado de oscuridad total, parece sacado de una película de ciencia ficción. Sentarse junto a las llamas bajo un cielo estrellado es una experiencia inolvidable.
Pasea por las ciudades fantasma de la Ruta de la Seda
Mucho antes del auge de las grandes ciudades europeas, Merv era una de las metrópolis más importantes del mundo. Hoy, sus ruinas se extienden kilómetros por el desierto: un recordatorio de una belleza inquietante de un imperio perdido. Kunya Urgench, con su imponente minarete del siglo XII y sus antiguos mausoleos, cuenta una historia similar.
Explora paisajes que no parecen reales
El cañón de Yangykala parece Marte con mejores puestas de sol. Con sus imponentes acantilados en tonos rojos, rosas y amarillos, es uno de los paisajes más espectaculares de Asia Central, aunque casi nadie sabe de su existencia.
Experimenta Asjabad: una ciudad sin igual
Piensa en Las Vegas con el futurismo soviético. La capital es una mezcla surrealista de palacios de mármol blanco, estatuas doradas y calles impecables. Ostenta el récord mundial Guinness por la mayor concentración de edificios de mármol del mundo, ¿por qué no?
¿Por qué es Turkmenistán tan misterioso?
Las estrictas normas de visado y el turismo limitado han mantenido a Turkmenistán como un misterio para el mundo exterior. Pero para quienes emprenden el viaje, es una de las experiencias más gratificantes y fascinantes que existen.
Si ya has estado en otros lugares, es hora de visitar Turkmenistán. ¿Quién se apunta?