Hace siglos, en el corazón de Asia Central, la antigua ciudad de Merv era un crisol de diversas culturas y religiones. El budismo fue una de las enseñanzas religiosas más importantes que se difundieron aquí. Hagamos un viaje a través del tiempo para descubrir el rico tapiz de creencias que una vez prosperaron dentro de sus muros.
La radiante influencia del budismo
En los primeros años de la era común, el budismo se abrió camino en la región, liderado por el devoto rey Kushan, Kanishka. Al mismo tiempo, elementos de la cultura india comenzaron a impregnar Margiana. Las figurillas de terracota de los siglos III y IV, que representan figuras juveniles con rasgos suaves, insinúan la influencia del arte escultórico indio. Retrocedamos en el tiempo hasta Merv, donde, a partir de finales del siglo II d. C., echaron raíces las semillas de la filosofía y la religión budistas. Parece que esta antigua ciudad proporcionó un terreno fértil para el crecimiento del budismo, lo que finalmente dio origen a una vibrante comunidad budista y a la construcción de estructuras sagradas.
Únase a nosotros para reavivar el mosaico espiritual de la antigua Merv, un testimonio de la convergencia, la coexistencia y el legado perdurable de diversas religiones.
Créditos de la foto principal: Carsten ten Brink @ flickr.com