El cráter de gas de Darvaza es un fenómeno natural fascinante situado en el desierto de Karakum, en Turkmenistán, a 260 km de su capital, Ashgabat. También se lo conoce como la «Puerta del Infierno» o «Las Puertas del Infierno». En el camino hacia el cráter de Darvaza se puede admirar el desierto de Karakum, sus arenas movedizas, los árboles del desierto saxaul y kandym. Aquí y allá, a lo largo del camino, podemos ver manadas de camellos pastando al aire libre, lejos de cualquier civilización. El cráter, llamado las «puertas del infierno», tiene un diámetro de 70 m y está situado en el mayor cúmulo de gas subterráneo del mundo.

Ubicación y parámetros físicos

El cráter de gas se encuentra en el corazón del desierto de Karakum, aproximadamente a 260 kilómetros (160 millas) al norte de la capital de Turkmenistán, Ashgabat, muy cerca del pueblo de Darvaza. Las coordenadas geográficas exactas del lugar son 40.25264736059335, 58.43958926721146 (latitud, longitud).

Junto a él, existe otro cráter de gas que está acordonado y emite un olor característico a gas natural. Con dimensiones que abarcan entre 60 y 70 metros (200 y 230 pies) de diámetro y una profundidad de unos 30 metros (98 pies), esta fascinante formación geológica cautiva los sentidos.

Another crater filled with turquoise water near Davrazy, from the bottom of which bubbles of natural gas rise.
Crater filled with mud

Historia del origen

El origen del cráter de gas Darvaza se remonta a un accidente de perforación soviético ocurrido en 1971. Mientras se exploraban reservas de gas natural, una plataforma de perforación colapsó inadvertidamente, creando un cráter enorme de aproximadamente 70 metros de diámetro y 20 metros de profundidad. Para evitar la liberación de gases potencialmente peligrosos, se decidió encender el cráter y quemar el metano que se escapaba.

Sin embargo, lo que se esperaba que fuera una medida temporal se convirtió en un espectáculo duradero. Las llamas encendidas en 1971 continúan ardiendo implacablemente hasta el día de hoy, transformando el cráter en un pozo ardiente que parece sacado de una película de ciencia ficción. El intenso calor y las rugientes llamas le han dado al cráter su infame apodo, la «Puerta al Infierno».

Hoy en día

La vista del cráter de gas Darvaza es impresionante. A medida que el sol se pone y la oscuridad cae sobre el desierto, el cráter cobra vida con un brillo sobrenatural. Las llamas de color naranja brillante iluminan los alrededores, creando una atmósfera misteriosa y surrealista. El calor que emana del cráter se puede sentir desde la distancia, lo que se suma al misticismo general del lugar.

El cráter de gas Darvaza se ha convertido en un destino popular para viajeros aventureros y fotógrafos que buscan una experiencia verdaderamente única. A pesar de su ubicación remota, los visitantes hacen el viaje para presenciar este espectáculo fascinante de primera mano. Acampar cerca del cráter permite un encuentro cercano con el fenómeno extraordinario, brindando una noche inolvidable y surrealista bajo las estrellas.

Si bien el cráter de gas Darvaza es, sin duda, una maravilla natural notable, es esencial acercarse a él con precaución debido al calor extremo y los gases potencialmente peligrosos. Se recomienda a los visitantes mantener una distancia segura y cumplir con las precauciones de seguridad vigentes.

El cráter también ha despertado interés científico, ya que sirve como sitio de investigación para estudiar los entornos extremos y el comportamiento de los microorganismos en esas condiciones extremas. Los científicos han descubierto formas únicas de vida que prosperan en el entorno hostil que rodea al cráter, lo que aumenta su importancia científica.

El cráter de gas Darvaza es un testimonio de la belleza y el poder inesperados de la naturaleza. Sus llamas perpetuas y su encanto misterioso lo convierten en un destino inolvidable para quienes buscan una experiencia verdaderamente extraordinaria y sobrenatural.